Para Néstor Cortés y los Cerveceros, esto fue lo que más les gustó.
Torpedeado por los Yankees y sus bates únicos cinco días antes en un debut olvidable con los Cerveceros, Cortés estuvo en completo control durante seis entradas contra Cincinnati el jueves, conduciendo a Milwaukee a su tercera victoria consecutiva, 1-0 , en el American Family Field, y convirtiendo a los Rojos en el primer equipo desde los Filis de 1960 en perder tres juegos consecutivos con ese marcador.
Cortés inició su salida de 86 lanzamientos con la primera bola y terminó dándole base por bolas al primer bate de los Rojos, TJ Friedl. Pero incluso eso marcó un comienzo mucho mejor que el del sábado en el Yankee Stadium, donde Cortés se convirtió en el primer lanzador de la historia en permitir jonrones en cada uno de sus primeros tres lanzamientos de un juego.
La primera entrada resultó en cero carreras y luego cinco más para Cortés, quien dio dos bases por bolas y solo permitió un hit: un doble inofensivo de José Treviño con un out en la tercera. Cortés ponchó a seis bateadores en total, con al menos un ponche en cada una de sus entradas, salvo un 1-2-3 en la quinta, y le dio una ventaja de 1-0 al bullpen de los Cerveceros tras reducir su efectividad de 36.00 al inicio del día a 9.00 al final de la noche.
La única carrera de los Cerveceros fue sucia contra el abridor de los Rojos, Nick Lodolo, quien soltó un pase del primera base Christian Encarnacion-Strand en la cuarta entrada por un error que preparó el sencillo impulsor de Sal Frelick. Frelick, quien creció jugando al hockey en Boston, fue el héroe perfecto para los Cerveceros en la noche de hockey en el estadio.
Con el cerrador Trevor Megill y los preparadores Jared Koenig y Abner Uribe no disponibles debido a trabajos recientes, los Cerveceros recurrieron a Elvis Peguero, Bryan Hudson y Joel Payamps (primer salvamento) para completar la segunda victoria por blanqueada de Milwaukee en los últimos tres días.
Tomado de El Nuevo Diario