El brutal asesinato de Kristina Joksimovic, ex-finalista de Miss Suiza, ha sacudido a la sociedad suiza y al mundo de los certámenes de belleza.
La modelo de 38 años fue estrangulada y desmembrada por su esposo, conocido bajo el seudónimo de Thomas, quien intentó triturar sus restos en una licuadora. El crimen ocurrió el pasado 13 de febrero en su hogar de Binningen, cerca de Basilea.
El Tribunal Federal de Lausana rechazó el 11 de septiembre un recurso presentado por Thomas, quien había confesado haber matado a su esposa. En su declaración inicial, alegó defensa propia, afirmando que Kristina lo atacó con un cuchillo durante una discusión. Sin embargo, los informes forenses desmintieron esta versión, concluyendo que la mujer fue estrangulada antes de ser desmembrada con herramientas como una sierra eléctrica y tijeras de podar.
Los investigadores también señalaron que Thomas intentó deshacerse del cuerpo utilizando una licuadora y una solución química. La evaluación psiquiátrica del acusado reveló rasgos sádico-sociopáticos, indicando una falta de empatía y una notable frialdad en sus acciones. Aunque se han encontrado indicios de enfermedad mental, las autoridades consideran que el crimen fue premeditado y despiadado.
Kristina, quien había logrado el éxito en el mundo de la moda y fundado una agencia de consultoría para modelos y empresarias, deja dos hijos pequeños. La tragedia ha conmocionado a Suiza, que sigue de cerca el juicio que definirá la condena del asesino y el impacto de su estado mental en la sentencia.
Tomado de Agencias