Juan Octavio Ceballos, exministro de Salud Pública dominicano, se manifestó este martes en contra de la medida de que los centros de salud sean convertidos en entidades de control migratorio.
Aunque reconoció que la República Dominicana tiene el “derecho inalienable y el deber ineludible de controlar el ingreso y permanencia en su territorio de extranjeros ilegales”, consideró que para ello no debe violar la Ley General de Salud.
“Un protocolo no puede convertir a instituciones de servicio de salud en entidades de control migratorio, sin distorsionar las leyes que dieron origen a estas instituciones y la propia ley general de migración”, explicó.
Expuso que la Dirección General de Migración puede obtener la información sin que tenga que convertir a los hospitales en extensiones suya.
Igualmente afirmó que la aplicación de ese protocolo “acarrea verdaderos inconvenientes a nuestro país y muchas de sus instituciones”, esto porque muchos inmigrantes indocumentados dejarán de acudir a los establecimientos hospitalarios en procura de servicios médicos por temor a ser apresados y repatriados.
El también exasesor médico del Poder Ejecutivo, acotó que la situación de salud de los inmigrantes puede agravarse a tal punto que dé al traste con sus vidas.
“Cuando eso ocurra, principalmente con mujeres embarazadas y niños, la República Dominicana se verá envuelta en escándalos internacionales que en nada nos beneficia. También traería inconvenientes al gobierno dominicano, porque los inmigrantes indocumentados llegarían a los hospitales con sus problemas de salud agravados y la recuperación saldría mas costosa”, indicó.
Significó además que la población dominicana confrontaría algunos problemas, porque compartiría su entorno con personas enfermas que podrían transmitirles algunas enfermedades, y al sistema de salud, porque se dispararían sus índices epidemiológicos.
“Disponemos de una buena ley general de migración. Ella creó el Consejo Nacional de Migración, al cual entiendo deben integrarse el ministerio de Educación y el servicio nacional de salud. Una discusión allí, franca, transparente y sincera con un buen instructivo, puede ser el inicio de una solución definitiva”, señaló.
El otrora senador por la provincia Duarte, recomendó “que cada quien haga el trabajo que le corresponde para que la cura no sea peor que la enfermedad”.
“La aplicación de este nuevo protocolo de control migratorio, no es solución definitiva ni duradera a los graves problemas migratorios de nuestro país”, advirtió.
