El presidente de Ecuador y candidato a la reelección, Daniel Noboa, designó este sábado (29.03.2025) a Cynthia Gellibert, como vicepresidenta, luego de que el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) determinase que la suspensión por dos años de los derechos políticos impuesta a la vicepresidenta electa en las urnas, Verónica Abad, implica su inmediata inhabilitación para ejercer cualquier cargo público.
Gellibert, Secretaria General de la Administración Pública y Gabinete de la Presidencia (con rango de ministra), ya fue designada como vicepresidenta encargada durante la campaña de la primera vuelta para las elecciones del pasado 9 de febrero.
En un decreto suscrito en Estados Unidos -a donde viajó para, entre otras actividades, reunirse con su homólogo, Donald Trump- Noboa anota que Gellibert será “vicepresidenta constitucional” durante el periodo que dure “la ausencia temporal” de Abad.
Abad, con quien Noboa mantiene un enconado enfrentamiento, se refirió este sábado a la decisión del TCE en un mensaje en X, usando la etiqueta “Golpe de Estado Judicial”.
En el decreto Noboa justifica la designación basado en que la Constitución determina que, en caso de ausencia temporal de quien ejerza la Vicepresidencia, corresponde el reemplazo a la ministra o ministro de Estado que sea designado por el presidente.
Entre las causas para la “ausencia temporal” de un vicepresidente figuran: enfermedad u otra circunstancia de fuerza mayor que le impida ejercer su función durante un período máximo de tres meses.
A tenor de la resolución del TCE, el Ministerio de Trabajo registró este sábado el impedimento de Abad para ejercer cargos públicos.
En el decreto, Noboa subraya que se mantendrá la seguridad oficial de Gellibert y de Abad, quien sostiene que la suspensión de sus derechos no implica una destitución del cargo.
Violencia política de género
Abad fue condenada por el TCE a una suspensión de dos años y a una multa de 14.000 dólares ante una contrademanda por violencia política de género presentada contra ella por la ministra de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld.
Inicialmente, Abad había demandado por violencia política de género a Noboa y a varios miembros del Gobierno, entre ellos Sommerfeld, tras haber acusado al mandatario de liderar un supuesto acoso contra ella para forzarla a dimitir y así evitarse delegar en ella la Presidencia durante el periodo de campaña electoral.
Sin embargo, el TCE desestimó la demanda de Abad y sí declaró fundada la contrademanda de Sommerfeld contra la vicepresidenta.
Dentro del pleno del TCE hubo voces contrarias a la opinión mayoritaria, como la del juez Fernando Muñoz, quien sostuvo que la Constitución no contempla una inhabilitación o destitución del presidente o de la vicepresidenta a través de vías que no sean por medio de la Asamblea Nacional.
Elecciones presidenciales
El pasado domingo comenzó la campaña para la segunda vuelta en la que se definirá al gobernante, para el período 2025-2029, entre Noboa y la correísta Luisa González.
La ley ecuatoriana estipula que el jefe de Estado debe pedir licencia para hacer campaña electoral y delegar sus funciones en quien ejerza la Vicepresidencia.
Sin embargo, hasta el momento Noboa no ha solicitado licencia para todo el período de campaña -como tampoco lo hizo en la primera vuelta- en la que solo delegó sus funciones en días determinados a Gellibert, a quien designó, por decreto, como “vicepresidenta encargada”.
La Corte Constitucional declaró inconstitucional la delegación de las funciones en Gellibert, si bien el Ejecutivo interpretó que podía seguir haciéndolo sin emitir decretos para tal efecto.
La ley también señala que quien busque la reelección debe pedir licencia sin remuneración.
No obstante, Noboa sostiene que, al haber ganado las elecciones extraordinarias de 2023 para completar el mandato de Guillermo Lasso (2021-2025), su nueva postulación no implica una reelección, y que tampoco puede depender de la Asamblea Nacional, controlada por el correísmo, para obtener el permiso para hacer campaña.
Tomado de DW