El Tribunal Departamental de Justicia de Tarija declaró en rebeldía al ex presidente Evo Morales y emitió una nueva orden de detención en su contra. La decisión surge tras su segunda ausencia consecutiva a la audiencia de medidas cautelares por la investigación que enfrenta por presunta trata de personas.
El juez Nelson Rocabado, encargado del caso, ordenó también el arraigo del ex mandatario, el congelamiento de sus cuentas bancarias y la anotación preventiva de sus bienes. Esta medida busca garantizar la presencia de Morales en el proceso judicial y evitar movimientos financieros que puedan obstaculizar la investigación.
La defensa del ex presidente, liderada por el abogado y ex ministro Jorge Pérez, calificó la resolución como un acto de persecución política y alegó irregularidades en el proceso. Pérez afirmó que Morales nunca fue notificado formalmente, lo que invalida la orden de aprehensión. “Exigimos que se muestre evidencia de una notificación oficial por parte del Ministerio Público. No existe tal documento”, expresó Pérez.
La audiencia había sido fijada originalmente para el 14 de enero, pero fue reprogramada debido a la presentación de un certificado médico que alegaba problemas de salud. Sin embargo, Morales no presentó la evaluación médica requerida del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), lo que llevó al juez a proceder con las medidas.
Fuera del Tribunal de Justicia, se vivieron momentos de tensión entre simpatizantes y opositores de Morales. Sus seguidores desplegaron pancartas exigiendo respeto a la presunción de inocencia y criticaron al gobierno actual por no actuar antes sobre las denuncias. Uno de los mensajes leía: “¿Por qué ahora hablan de secretos a voces? ¡Son cómplices!”.
Tomado de Agencias
