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Ohtani se inscribe como 1er miembro del club de los 50/50 y Dodgers avanzan a playoffs

Shohei Ohtani miró hacia arriba. Se dio cuenta de la multitud de fanáticos que lo alentaban, pese a jugar de visitante.

Y como recompensa les dio una de las mejores actuaciones individuales en la historia de las Grandes Ligas.

Ohtani se consagró el jueves como el primer pelotero en conseguir 50 jonrones y 50 robos en una misma campaña, al brindar la actuación más espectacular de su carrera, con dos vuelacercas y un par de hurtos en el juego en que los Dodgers de Los Ángeles trituraron 20-4 a los Marlins de Miami.

El japonés Shohei Ohtani, de los Dodgers de Los Ángeles, festeja luego de conectar su 50mo jonrón, en el juego del jueves 19 de septiembre de 2024, ante los Marlins de Miami. (AP Foto/Marta Lavandier)
El japonés Shohei Ohtani, de los Dodgers de Los Ángeles, festeja luego de conectar su 50mo jonrón, en el juego del jueves 19 de septiembre de 2024, ante los Marlins de Miami. (AP Foto/Marta Lavandier)
“Esto era algo que yo quería lograr lo más pronto posible y que voy a recordar por mucho tiempo”, dijo Ohtani.

El astro japonés se convirtió además en el primer jugador con tres cuadrangulares y dos robos en un mismo duelo. Por si fuera poco, pegó un par de dobletes, logró la mejor cifra de su carrera con seis imparables y estableció una marca de los Dodgers con 10 impulsadas.

Sus 51 vuelacercas en la presente campaña quebraron el récord de la franquicia, que era de 49 y fue establecido por Shawn Green en 2001.

Ohtani comenzó la jornada a dos jonrones y una estafa del club inédito de los 50/50. Como aperitivo, conectó un doblete en el primer turno del duelo frente al dominicano Edward Cabrera (4-8) y se robó la tercera almohadilla para llegar al medio centenar de hurtos.

Fue parte de un doble robo, junto con Freddie Freeman, quien se embasó con un boleto.

Ohtani se robó su 51ra base en la segunda entrada. Ha tenido éxito en sus últimos 28 intentos de robo.

Su 49no jonrón llegó en el sexto capítulo, al encontrar un slider del dominicano George Soriano, con cuenta de 1-1, y catapultar la pelota a 438 pies del plato, para depositarla en el segundo piso del graderío entre el prado derecho y el central.

Ese garrotazo colocó a los Dodgers arriba por 9-3.

En la séptima entrada, Ohtani logró el batazo histórico, al jardín izquierdo para remolcar dos carreras ante el relevista Mike Baumann.

Al comenzar el turno, los fanáticos levantaron sus teléfonos para grabar el video del momento. Muchos pidieron a coro que Ohtani fuera nombrado el Jugador Más Valioso, mientras recorría las almohadillas.

“Estuve a punto de llorar, para ser sincero”, dijo el campocorto venezolano Miguel Rojas, compañero de Ohtani. “Hay muchas emociones por todo lo que pasa detrás del escenario y que atestiguamos cada día”.

Los Dodgers se arremolinaron para felicitar al portentoso pelotero cuando llegó a la cueva. Los 15.548 aficionados comenzaron a corear el nombre del astro visitante hasta que salió del dugout para recibir una ovación.

Lejos de conmoverse y relajarse, la superestrella de 700 millones de dólares siguió brillando.

En el noveno capítulo, hizo que la pelota viajara 440 pies entre el bosque derecho y el central para producir tres carreras ante el dominicano Vidal Bruján, quien se desempeña habitualmente como intermedista pero subió al montículo como solución desesperada en medio de la paliza.

“Para ser sincero, fui el más sorprendido con lo de hoy. No tengo idea de cómo surgió, pero estoy agradecido de que las cosas hayan salido bien”, manifestó Ohtani.

La jornada histórica de Ohtani casi incluyó el ciclo. Fue retirado en tercera cuando intentó convertir su segundo doble en un triple.

Los Dodgers, líderes de la División Oeste de la Liga Nacional, aseguraron su duodécimo boleto de playoffs en forma consecutiva, y redujeron a seis su “número mágico” de juegos para obtener el título divisional.

Fue otra noche memorable de Ohtani en el LoanDepot Park, donde ponchó al estadounidense Mike Trout, en aquel entonces su compañero en los Angelinos, para el último out del Clásico Mundial de béisbol, conquistado por Japón.

“Aquí he tenido quizás los momentos más destacados de mi carrera”, comentó Ohtani. “Y este estadio es ahora uno de mis favoritos”.

Considerado ya el mejor pelotero actual en las mayores, con logros como pitcher y bateador que superan incluso algunos de Babe Ruth, Ohtani alcanzó nuevas alturas con el madero, en un año en que una lesión de ligamento de codo lo ha marginado del montículo.

Ohtani firmó su contrato por 10 años y 700 millones con los Dodgers en diciembre. Pasó seis años en los Angelinos.

La preparación fue clave para que Ohtani se convirtiera en el primer miembro del club de los 50/50. Solía conversar con los coaches de bateo y estudiaba los videos de los lanzadores rivales para entender sus tendencias ante los bateadores y corredores.

“Veo todo el trabajo que él dedica a esto”, dijo recientemente el cátcher Will Smith. “No es que él salga ahí y encuentre que todo es muy fácil. Trabaja más duro que nadie. Estudia mucho y juega como un deporte diferente, que es divertido de ver”.

El abridor Jack Flaherty (13-7) toleró tres carreras y cinco hits en cinco innings. Entregó un par de boletos y repartió cinco ponches.

Por los Dodgers, el puertorriqueño Kiké Hernández de 2-1 con una anotada. El cubano Andy Pagés de 5-2 con tres anotadas y tres impulsadas.

Por los Marlins, los dominicanos Jesús Sánchez de 5-0, Otto López de 3-1 con una anotada, Cristian Pache de 1-0. El venezolano Jhonny Pereda de 1-1.

Tomado de AP

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